Los narcisos son unas plantas muy bonitas. Nuestros antepasados y nosotros llamamos narcisista a las personas que se quieren a sí mismas. Es una planta ideal para regalar a la persona que más quieres.
Respecto a su cuidados, no es muy exigente en cuanto a suelos ni climas, aunque prefiere los suelos frescos y húmedos, pero no en exceso. Se adapta bien tanto a sol como a sombra, y es mejor no encharcar la planta.
Es una bulbosa que se debe plantar en otoño en el jardín, o en un tiesto si se desea. Se reproduce fácilmente de año a año, por lo que es recomendable, pero no imprescindible, dejarla en la tierra durante varios años, pero cuando la planta tenga un tamaño considerable se debe dividir para favorecer el crecimiento y desarrollo de la planta.
El único cuidado que hay que tener es de no quitarle las hojas hasta que estén completamente secas porque estas le dan casi hasta el final fuerza al bulbo para florecer la próxima primavera.
Como ya dije se planta en otoño (septiembre o octubre en el hemisferio norte) y florece cada primavera con unas flores que van desde el amarillo, blanco... Pero tambien se puede forzar la planta para que florezca más veces dándole las condiciones necesarias para este proceso, pero es mejor complementarla en verano con plantas de temporada y dejarle seguir su ciclo vital. Si se desea forzar, se deben dar tiempos de sequía, luego húmedos, luego fríos, y por último unas condiciones propias de la primavera para que florezca con todo su explendor.
Estos últimos narcisos se pueden encontrar silvestremente, aunque es raro, por lo menos en Galicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario